Ser raro es bastante normal

¿Qué es ser raro?

Me ha parecido interesante titular el post con ese oxímoron porque es una reflexión con la que estoy muy de acuerdo. Catalogamos que algo es raro cuando se produce una interrupción en el sistema, cuando ese algo paraliza los mecanismos que tenemos preestablecidos, llegando a veces incluso a la disrupción, palabro muy de moda en la actualidad. Pero esta situación no tiene porque ser perjudicial para el sistema per se.

A veces el “ser raro” tiene un poso peyorativo que termina por aislar a aquel elemento que ha osado interrumpir el normal transcurso de los acontecimientos. La Tercera Revolución Industrial o Revolución Tecnológica hizo emerger en las organizaciones una figura inédita hasta el momento y que rápidamente tomo ese rol de “el rarito” porque hacía cosas que nadie de otros departamentos entendía, el informático.

Empresas diversas e inclusivas

Cuando hablamos de la necesidad de que las empresas sean diversas e inclusivas, pocos actores dentro de una empresa conocerán mejor estas connotaciones que los informáticos. Hace unos días tuve una charla con la responsable de proyectos de una fundación que forma en nuevas tecnologías a personas con discapacidad intelectual, con trastornos cognitivos o del desarrollo y me decía que generalmente los departamentos que mejor a

cogen a estos colectivos vulnerables suelen ser los de informática.

Es por eso mismo y por otros elementos como las posibilidades de conciliar, el teletrabajo o la amplitud de oportunidades, lo que convierte al sector IT en el caldo de cultivo perfecto para introducir ingredientes como la diversidad y la inclusión de una manera orgánica.

Hay muchas y mejores formas de explicar lo que es la inclusión y la diversidad. A mí me sirvió esta definición que escuché en una charla hace unos años: Si quieres implantar realmente en tu empresa políticas de este tipo, lo primero que tienes que hacer es plantear lo siguiente en tus equipos de trabajo. Diversidad en las empresas es que los miembros de tu equipo respondan a la pregunta “¿Se me ve?”, mientras que la inclusión sería contestar a “¿Se me escucha?”.

Porque hay una evidencia clara, las empresas más heterogéneas son las más innovadoras. Estudios como el de Harvard Business Review de 2013 (“How Diversity Can Drive Innovation”), el que lanzó la Universidad Técnica de Munich en colaboración Boston Consulting Group en 2017 (“The Mix That Matters. Innovation Through Diversity”) u otro publicado por la revista Forbes (“Global Diversity and Inclusion: Fostering Innovation Through a Diverse Workforce”) muestran esta realidad. La diversidad conduce a la innovación y viceversa.

Empresas del Siglo XX

Lamentablemente contamos en las organizaciones con un mal endémico difícil de erradicar, los lugares comunes. Frases o ideas que hemos usado en tantas ocasiones que ya se encuentran tan viciadas que no significan nada. Comentarios que lo único que consiguen es perpetuar sesgos ya sea conscientes o inconscientes y que impregnan el mundo de la empresa.

Por ejemplo, uno de los greatest hit más usado ha sido: “es que no hay mujeres en posiciones directivas o de liderazgo porque no están lo suficientemente preparadas”, cuando es estadísticamente comprobable que en España las mujeres universitarias tienen mejor nota media y tardan menos en completar sus estudios.

No es mi propósito con este post desmontar todos y cada uno de esos lugares comunes y tampoco hay que ser cínicos. Es cierto que también existen grupos o minorías que necesitan de unas características especiales para poder desempeñar su trabajo. Sería el caso por ejemplo de las personas diagnosticadas de autismo. En algunas profesiones como las de camarero o policía podría resultarles muy estresante e incluso imposible especializarse. Pero como recordaba más arriba, el sector IT SÍ que tiene los elementos necesarios para facilitar que personas con estas patologías puedan encontrar su lugar en el mundo.

Además, en este caso concreto, uno de los rasgos más destacados de las personas con TEA es su habilidad para percibir las partes de un todo. Las personas sin autismo siempre nos fijamos más en la globalidad de un elemento, mientras que las personas autistas tienden más a fijarse en lo concreto, en cada parte de ese elemento. Esa cualidad es muy importante por ejemplo a la hora de programar. Y no hay que olvidar que eminentes figuras vinculadas al mundo de la tecnología como Einstein o Tesla probablemente se les habría diagnosticado algún tipo de autismo si vivieran hoy.

¿Qué hace Magenta People?

Volviendo al hecho concreto de contar con equipos diversos en tu organización, desde Magenta People lanzamos hace unas semanas nuestra primera iniciativa social: un curso gratuito de “Salesforce Administrator” para personas diversas, es decir, personas que, por su género, edad, origen, situación personal, limitación física o psicológica tienen mayores dificultades para encontrar empleo en el mundo de la tecnología. La convocatoria fue un éxito y rápidamente cubrimos todas las plazas.

La formación comenzó el pasado 7 de Noviembre y están participando en el curso tanto jóvenes transexuales, como personas diagnosticadas con TEA o mujeres desempleadas mayores de 50 años. Es pronto para saber si alguna de estas personas podrá introducirse en un futuro en un departamento informático, pero de lo que estamos totalmente seguro es que no vas a encontrar personas con más ganas e ilusión que ell@s por conseguirlo.